Cuando descubres que realmente nada fuera de ti puede hacerte feliz por sí
mismo, la perspectiva de la vida cambia. Te vuelcas a tu Ser y es como “regresar a la realidad” luego de un paseo por un
sueño que nos brindó experiencia, pero que ya cumplió su objetivo y que ahora
necesita de un Sentido mayor.
Surgen las preguntas…y ya no es ¿qué me hace feliz?...si no, ¿Cuándo me
siento feliz?
Las palabras que resuenan fuerte son: tranquilidad, presente, soltar, simpleza…por lo que la atención se
vuelca a alimentar estos conceptos y eso se hace experimentándolos,
instalándolos en el sentido que das a cada cosa que haces y comienzas a ser otro, has cambiado el punto de vista
desde donde observar y sentir…cambian tus prioridades, decisiones…otros pasos
que te llevan a transitar otros caminos o a vivenciar de otra forma más consciente
y satisfactoria los caminos habituales, por lo que se vuelven diferentes.
Has dado un paso atrás para mirar lo que sucede y ese paso te ha situado
en el centro de tu Ser, has tomado
consciencia de ti, todo se vuelve más nítido, más simple, más evidente…y
entonces puedes volverte consciente de una realidad más amplia, la que te
otorga sentidos más profundos y satisfactorios…como una caja dentro de otra y
otra y otra…entonces el afuera y el adentro se diluyen, ya no necesitas de la
dualidad y la Felicidad se convierte en Éxtasis.