martes, 4 de junio de 2013

LA LIBERTAD


La Libertad es una experiencia y como tal,
sólo se descubre al ejercitarla.
Como estamos poco acostumbrados a ella es aconsejable descubrir donde nos la negamos, para ello hay que ver donde estamos viviendo.
Podemos descubrir que estamos divididos entre la acción que desarrolla el cuerpo en el tiempo presente y una mente que divaga en el pasado o en el futuro desatando una cadena de reacciones y estados emocionales muy poco realistas, por su falta de conexión con lo que sucede en el momento presente, que es donde realmente esta “ocurriendo” la experiencia de vida. Esta sola fragmentación de nuestra atención (energía) ya es una forma de pérdida de nuestra Libertad, pues estamos atrapados en el caos mental y emocional de tiempos irreales  que afectan de manera real a nuestro cuerpo y lo que ejecutamos en el presente.
Habitar mentalmente y continuamente en el pasado o en el futuro, es una cárcel que te impide vivir consiente e intensamente el presente, que es el único lugar donde está ocurriendo tu vida, y es peor aún si el efecto emocional de ese divagar te conduce a lamentaciones, añoranzas, pre-ocupaciones…que te encadenan tóxicamente a una ilusión, veneno que el cuerpo recibe de manera real, pues el cerebro no identifica si la información que está recibiendo es genuina o un mero pensamiento ficticio.
Luego es probable que descubras que cuando tu mente sí se alinea con los acontecimientos del presente, sigue encadenándote a través de su compulsivo hábito de juzgar y etiquetar absolutamente todo, pues está llena de creencias que te dictan en automático, que es lo que percibes y su significancia, en un predeterminado encasillamiento del historial personal, familiar, cultural…que se interpone entre tu presencia y la experiencia que acontece.
Entonces descubres cual es la cárcel y como se han levantado sus garrotes e incluso algunos grilletes, pero también descubres que lo has hecho tú, inmerso en la absorción del medio en el que te has desarrollado y por lo tanto también descubres que tú mismo puedes liberarte al hacerte consiente y “tomar la decisión de cambiar”. ¿Cómo?
Céntrate absolutamente en el Presente, abandona todo juicio y sumérgete en todo lo que la experiencia de ese momento único e irrepetible te ofrece, fluye, sé creativo en permitirte vivir cada cosa de infinitas maneras, abandona todo aquello que te nombra y solo sé el espacio que permite la experiencia. Céntrate en la Gratitud de estar vivo aquí ya hora.

MFG (Kya)

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