La Libertad es una experiencia y como tal,
sólo se descubre al ejercitarla.
Como estamos poco
acostumbrados a ella es aconsejable descubrir donde nos la negamos, para ello
hay que ver donde estamos viviendo.
Podemos descubrir que
estamos divididos entre la acción que desarrolla el cuerpo en el tiempo
presente y una mente que divaga en el pasado o en el futuro desatando una
cadena de reacciones y estados emocionales muy poco realistas, por su falta de
conexión con lo que sucede en el momento presente, que es donde realmente esta “ocurriendo”
la experiencia de vida. Esta sola fragmentación de nuestra atención (energía)
ya es una forma de pérdida de nuestra Libertad, pues estamos atrapados en el
caos mental y emocional de tiempos irreales que afectan de manera real a nuestro cuerpo y
lo que ejecutamos en el presente.
Habitar mentalmente y
continuamente en el pasado o en el futuro, es una cárcel que te impide vivir consiente
e intensamente el presente, que es el único lugar donde está ocurriendo tu vida,
y es peor aún si el efecto emocional de ese divagar te conduce a lamentaciones,
añoranzas, pre-ocupaciones…que te encadenan tóxicamente a una ilusión, veneno
que el cuerpo recibe de manera real, pues el cerebro no identifica si la
información que está recibiendo es genuina o un mero pensamiento ficticio.
Luego es probable que descubras
que cuando tu mente sí se alinea con los acontecimientos del presente, sigue
encadenándote a través de su compulsivo hábito de juzgar y etiquetar
absolutamente todo, pues está llena de creencias que te dictan en automático,
que es lo que percibes y su significancia, en un predeterminado encasillamiento
del historial personal, familiar, cultural…que se interpone entre tu presencia
y la experiencia que acontece.
Entonces descubres cual es
la cárcel y como se han levantado sus garrotes e incluso algunos grilletes,
pero también descubres que lo has hecho tú, inmerso en la absorción del medio
en el que te has desarrollado y por lo tanto también descubres que tú mismo
puedes liberarte al hacerte consiente y “tomar la decisión de cambiar”. ¿Cómo?
Céntrate absolutamente en
el Presente, abandona todo juicio y sumérgete en todo lo que la experiencia de
ese momento único e irrepetible te ofrece, fluye, sé creativo en permitirte
vivir cada cosa de infinitas maneras, abandona todo aquello que te nombra y
solo sé el espacio que permite la experiencia. Céntrate en la Gratitud de estar
vivo aquí ya hora.
MFG (Kya)
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