domingo, 2 de junio de 2013

SEXUALIDAD SAGRADA


Es probable que para unirnos en el encuentro sexual con alguien, consideremos si nos atraen; su aspecto físico, su personalidad, su historia de vida…algunos o todos ellos. También es probable que sintamos, que si se satisfacen todos estos puntos y de manera recíproca, el encuentro será de Amor y que podría llevarnos a una relación de pareja sostenida en el tiempo. Pero estos aspectos son los que definen al Yo mental, el de las etiquetas, juicios, pasado, ego…lo que creemos ser y lo que creemos que el otro es, por lo que el encuentro será satisfactorio mientras este listado de definiciones pueda entrelazarse armónicamente, un Amor condicionado a esa “lista de atributos”.
Me pregunto si es probable que dos seres humanos se sitúen en su espacio divino donde se reconocen y reconocen al otro como un Alma en una experiencia encarnada, y desde esa igualdad decidan representar a la diosa y al dios que hay en cada uno para unirse a través de sus cuerpos en un ritual puro y espontaneo, que funda sus seres en un acto de expansión espiritual, como era en culturas ancestrales, por ejemplo los Druidas y las Sacerdotisas de Avalón, un encuentro de Amor sin condiciones, un encuentro de dos almas que experimentan la expansión que les regala el cuerpo humano.
¿Qué estamos buscando realmente? ¿Quiénes somos y sobre todo, quienes no somos?
Si estamos evolucionando, todas nuestras experiencias también tendrían que hacerlo y entonces los encuentros se producirán, porque en ese divino momento presente, hemos vibrado en la misma frecuencia… ¿en cuál vibras tú?

MFG (Kya)

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