Miedo: prométeme que hablaras despacio,
que nadie más te oiga.
Esperanza: te lo prometo, no pasará nada malo.
Miedo: ¿cómo puedes estar segura?
Esperanza: no estoy segura, no creo que podamos estar
seguros de muchas cosas, pero confío que así será y pongo mi esfuerzo en
ello.
Miedo: yo lo único que quiero es estar
seguro de todo, tener el control, siempre ganar, no salir herido en nada y no
sé cómo hacerlo…subí la voz, ¿crees que alguien pudo escucharme?
Esperanza: debieras escucharte tu mismo, ¿crees
que la vida es peligrosa y que tú debes vencerla? No has pensado en ella como
una aventura o un juego misterioso y maravilloso…
Miedo: baja la voz, lo prometiste.
Esperanza: lo siento, es que cuando pienso en
vivir, me lleno de entusiasmo.
Miedo: no sé qué hacer, a veces siento
que me paralizo, casi no respiro, creo que voy a dejar entrar la ira para
sentirme fuerte por un rato o me voy a deshacer en llanto tomando la tristeza…
Esperanza: solo
deja de pensar, es allí donde vives, tu aire es la duda y la
desconfianza. Abraza la vida, aunque sientas miedo.
MFG
Libro
“TESOROS, un camino de encuentro” Capítulo
del Miedo
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